La principal regla del comercio exterior es especializarse en los productos en lo que es más eficiente. Uno de los motivos es que con esto se puede ofrecer precios competitivos que permitan el progreso del sector a través de mayores ventas.
Es conveniente tener claro los factores de producción que crean una ventaja comparativa no solo a las demás regiones sino también ante otros países y esto es importante tanto para la empresa como para definir las políticas del estado que siempre cuentan con recursos limitados.
La entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos ya cumplió un mes con esto ya hay empresas que se están beneficiando por las ventajas de vender más productos sin pagar los impuestos de entrada que antes se exigían, y por el otro, ya hay quienes puedan comprar maquinaria no producida en el país y/o materias primas sin pagar arancel los que le permitirían ser más competitivos.
Hasta el momento se han identificado oportunidades de negocio en productos como confitería y snacks; harinería, molinería y panadería entre otros, materiales de construcción (revestimientos) puertas, ventanas y sus marcos. Igualmente en prendas de vestir (ropa interior, ropa de control y vestidos de baño); producción y diseño de telas. Nada mejor que conocer las experiencias de grandes y pequeños empresarios de cada región para conocer las dificultades, procesos y planes que muestran que si es posible entrar al mercado , y por otro lado sirve para no cometer los mismos errores.
Fuente: La República